martes, 6 de diciembre de 2011

Descubrir ;

No entendía qué otras cosas me perdía. Y hoy descubro que sí. Me perdía la magia de la vida. Me perdía las sonrisas de complicidad, las caricias con ternura, los besos con sentimientos, las palabras que estremecen, los sueños sin cumplir. Me perdía las páginas de ese libro que jamás había decidido continuar leyendo. Estaba naufragando en una existencia sin sentido, y hoy salí a flote.
Una nueva mañana, vuelvo a despertarme entre tus brazos. Quisiera estar siempre a tu lado, poder sentirte cerca de mi, tu respiración, tus manos aferrándose a mi cintura. Busco escuchar tus “buenos días mi amor”. No cambio lo que me has hecho sentir. No extraño nada de mi anterior vida. No echo de menos las noches de lujuria, ni las personas que iban dejando pequeñas huellas en mi ser. No necesito nada más que tu presencia. Eres el hombre de mi vida, lo admito.
La fragancia de tu piel, merodea por mi cama, impregnando mi piel. Tus besos arden en mis labios y se convierten en un tatuaje. El infinito se me hace demasiado corto. Vuelve día a día a demostrarme que verdaderamente me amas como yo te empiezo a amar. Nunca me dejes, nunca me cansaré.
Solo prométeme algo…

prométeme que esto será eterno. Y tendrás…la llave de mi corazón en tus manos.

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