martes, 6 de diciembre de 2011

Cara oculta

Nacimos hace un par de horas,
moriremos cuando todo esté saliendo bien.
Qué brevedad existe en nuestra existencia,
justo empezamos a crecer como terminamos de menguar.
Busco la esencia de la esperanza,
intento saber todo lo que no sé,
aunque no sirva para mucho,
yo conservo mi propia fé.
Fé en la creencia que yo misma he creado,
ésa que jamás entenderán, ésa que me da las fuerzas para luchar.
¡Que el mundo no está en ruinas!
es la sociedad la destructora,
absurdos pensamientos distraídos de lo común,
conservan sus espectativas sin pensar en los demás,
y yo sigo observando la belleza de la luna,
que pronto menguará.
Busco el camino correspondiente a mi destino,
lo he perdido de vista,
pero aún así, intento que nadie lo note,
vivo mi presente y anhelo lo inexistente.
Blanca y pura,
profunda y desconcertante,
en ella vive mi amargura,
en ella espero sin esperarte.
La llaman luna,
pero prefiero callar su nombre,
porque para mí guarda algo más,
de lo que esconde.
Muchas noches la echo de menos,
sé que me cuida y que me entiende,
la esperanza de tocarla,
hace que la quiera y no quiera perderla.
Sé que la cuida, la mima y la protege,
de todo aquello ajeno a su destreza,
de todo aquello cercano a su pureza.

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